Cómo aprobar exámenes

¿Cómo aprobar exámenes?

Si te encuentras en esta página, probablemente sea porque te estés preguntando algo relacionado con como aprobar exámenes. Este suele ser el objetivo de la mayoría de estudiantes, y por desgracia, también parece el fin de nuestro sistema educativo.

Sin embargo, este enfoque que se le da a la educación no suele coincidir con la mejor forma de obtener las mejores marcas en las asignaturas. De hecho, promueve más un modelo en el que el alumno llegará a un punto en el que no sabrá el por qué de las cosas, y esa lucha por sacar buenas notas se convertirá en una pelea por sobrevivir a las asignaturas.

¿Por qué ocurre esto? Hablamos de ello en las siguientes líneas. Acompáñanos para entender el secreto de como aprobar exámenes en cualquier curso.

El secreto de las buenas notas

Seguramente algunos ya os habréis dado cuenta, pero no hay ningún secreto ni fórmula mágica para aprobar ni sacar notazas. Si existiese, todos lo conoceríamos y nuestra academia, para bien o para mal, no existiría. El método que nos enseña cómo aprobar exámenes es algo más complejo.

No hay secretos. Las buenas notas van acompañadas de trabajo y esfuerzo. Este esfuerzo puede variar de alumno a alumno, ya sea por la exigencia de su profesor, por la facilidad que se tenga por la asignatura en cuestión, ambiente en casa, y muchos otros factores.

Nosotros hablaremos de algunos factores en los que te puedes centrar para mejorar el rendimiento de tu estudio, y sobre todo, haremos referencia al problema sustancial del enfoque en la educación.

¿Por qué nuestro sistema educativo no es eficaz?

El sistema educativo español es uno de los más exigentes del mundo. Sí, así es. ¿Cómo te quedas? ¿Parece totalmente contradictorio verdad?

Sin embargo, exigente y eficaz no son la misma cosa. Es cierto que los alumnos que consiguen pasar por este sistema salen muy bien preparados. Las universidades españolas también tienen un nivel muy alto y respetado, pero también tienen el mismo problema.

El problema de la educación española es que está enfocado al resultado final. No importa como lo obtengas, si te lo aprendes de memoria, si copias, si estudias mucho o poco. Si está bien, está bien, y si el resultado no coincide con la plantilla, está mal. Y he dicho bien, si copias, también puedes sacar un 10.

¿Qué repercusiones tiene esto?

Pues aunque no lo parezca, las consecuencias de este enfoque son bastante gordas. Pongamos a un chaval que se enfrenta por primera vez a un problema difícil, y le proponemos dos caminos. El primero, en el que el profesor nos dice: «Esto se hace así». Y para resolver el siguiente, solo tenemos que repetir el mismo proceso. Coges este número, lo multiplicas por este otro, y lo divides por aquel, y el resultado sale, obteniendo tu deseado 10. Fin de la historia.

La otra parte es un poco más complicada. Exigir al alumno que explique por qué hace cada operación que escoge, de manera razonada. Si el tema además es nuevo, exigir esto va a ser difícil y un lío enorme, pero también se lo plantearemos a un nivel asequible a su altura. Es posible que el alumno no llegue al 10, porque los problemas pueden variar y será más difícil, pero el 8 sí es una opción.

¿Qué diferencias habrá con cada método?

Seguramente ya os lo imaginéis, pero los caminos son totalmente distintos. En el primero, estamos diciendo al alumno: «Deja de pensar y obedece». Esto funcionará genial a corto plazo, sacaremos notazas. Pero, ¿y el año que viene? Nos van a exigir acordarnos de los contenidos del año pasado, y así, de forma acumulada. Y a medida que siguen los años, los ejercicios dejan de ser tan «ejercicios tipo», especialmente en matemáticas, o asignaturas de números. Estamos creando autómatas, ordenadores de carne y hueso, que no van a poder adaptarse ni aprender.

Con el segundo método no vamos a crear genios tampoco, pero sí vamos a conseguir que nuestros alumnos funcionen usando la razón. Y esta es una herramienta que sí caracteriza al ser humano. Los estudiantes aprenderán de verdad, se adaptarán, y podrán incluso UNIR conceptos, lo que ayudará a aprender mucho más rápido a largo plazo, mejorando las notas y disminuyendo la cantidad de esfuerzo.

Es por esta razón que nuestro sistema no es eficaz. Busca el éxito AHORA cuando debe centrarse en lo que vendrá. Si queremos mejorar nuestras notas, debemos esforzarnos más en entender ahora, y aunque parezca contraproducente, no preocuparnos tanto por las marcas que obtengamos. Vamos a aprender bien desde el principio, para estar bien preparados más adelante.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestras notas?

Te damos una serie de consejos para empezar a mejorar tus notas, que nos mostrarán el camino de cómo aprobar exámenes:

  • Lo primero, dejar de preocuparse tanto por las notas. Como hemos explicado antes, centrarse en las notas nos desvía del objetivo del aprendizaje. Vamos a olvidarnos de las notas un poco y a centrarnos en objetivos a largo plazo.
  • Centrarse en comprender, entender y trabajar usando la lógica y la razón. Evitar a toda costa los métodos memorísticos (siempre que se pueda). Funcionar por comprensión hace que el conocimiento perdure mucho más en la memoria, y permite ligar conceptos. Esto ayuda a desarrollar un aprendizaje mucho más rápido.
  • Tener una rutina de trabajo. Como hemos dicho, una mejor comprensión lleva más trabajo inicialmente, pero resulta muy beneficiosa a largo plazo. Esto exige trabajo constante y diario. Busca unas horas y un lugar en el que trabajes bien y cumple con tu horario.
  • Estudia con recursos que te ayuden a entender. Evita formularios y recetas (a no ser que sean esquemas o sirvan de recordatorio). Busca estudiar de libros o vídeos que fomenten este tipo de aprendizaje. Nosotros hemos preparado varios cursos que te ayudarán a trabajar de este modo. Puedes encontrar los cursos aquíTambién hemos grabado varios vídeos en los que explicamos con este sistema, que puedes encontrar en nuestro canal de Youtube.
  • Si buscas ayuda, asegúrate de que sea personal cualificado, y que te ayude a avanzar en esta dirección. Si quieres que te propongamos a profesores de calidad, puedes contactar con nosotros aquí.
  • Aunque parezca contradictorio, no tomar el suspenso como un fracaso. En esta parte debemos ser cuidadosos. Hay chicos que normalizan el suspenso, y eso no puede ocurrir. Sin embargo, tampoco debemos tomar la nota de un examen como algo terrorífico. Un examen no deja de ser un número de una prueba, que lo más seguro, podamos repetir. Si las notas nos machacan y no nos permiten concentrarnos, tratemos de quitarles tanta importancia.

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